sábado, 10 de marzo de 2012

SHAME V.O.S.

Una película cruda. Sin colorantes, ni conservantes, tal cual.

Se llama Shame (vergüenza), pero en realidad no parece que ninguno de los personajes sienta realmente vergüenza. Más bien creo que es el sentimiento que se quiere transmitir o quizás el que se supone que la mayoría de los espectadores van a sentir. 

O tal vez el título simplemente pone de manifiesto lo que se espera que haya en la película y no está. Porque la película no intenta juzgar al protagonista o a su adicción, sino que intenta meterte en el personaje.

Es una película que provoca: al mostrar al protagonista desnudo (y muy bien dotado), al mostrar sexo, al mostrar escenas que pueden ser más o menos cotidianas pero siempre ocultas... Son situaciones vividas en la sombra o fantaseadas, pero que se presentan explícitamente en la película, sin ocultarlas al espectador, a la sociedad... sin vergüenza.

Es una película que habla de una adicción: el sexo. Pero más bien habla de lo que rodea a esa adicción compulsiva. Habla de lo que la provoca, o quizás simplemente acompaña: la carencia emocional; de cómo la adicción influye o interacciona con las relaciones del adicto con los demás, con la sociedad, con el mundo; de cómo el adicto necesita cada vez más, buscando una satisfacción, que seguramente no encuentra.

Pero lo interesante es el sentimiento que nace al mostrar lo inmostrable, lo que siempre queda en una zona íntima, incluso oscura, protegida. La provocación y reflexión que genera. También es interesante cómo hace pensar en que la adicción es en realidad un intento de sustitución de una carencia (emocional en este caso). Es una película que me hizo sentir y me hizo pensar, reflexionar sobre el tema.

La película apenas muestra el pasado, y deja abierto el futuro con un final que no deja claro hacia dónde evolucionará el protagonista. Plantea una incógnita que me incitó a pensar en el cómo y el por qué se llega allí, y qué podría impulsar al protagonista a tomar un camino u otro. Qué podría haber cambiado en su vida, en su mente... o no.

Fotografía excelente, muy cuidada, que ayuda a la generación de sensaciones y provocaciones. Hay algunos planos ininterrumpidos que no se me hicieron largos, sino más bien fueron un telón de fondo sobre el que reflexionar, repasar o digerir lo visto hasta el momento.

A pesar de lo exagerado (?) y difícil de los personajes, se hacen totalmente creíbles y consiguen expresarse perfecta y claramente a través de una excelente interpretación de los actores.

Destaco la interpretación (en plano fijo) de la canción New York, New York.

A mis dos acompañantes no les gustó la película. A mí sí.

sábado, 3 de marzo de 2012

THE ARTIST

Es una película muy original... en el más puro sentido de "regreso al origen". Una película muda y en blanco y negro. Es de alguna forma refrescante ver una película a la antigua.

Más que una buena película, la considero una película interesante, casi experimental. No sólo es un guiño al cine mudo, o más que un guiño, un homenaje o una reproducción (según se mire), conjuntando las características del cine mudo de una forma excelente: gesticulación, rótulos de diálogos, música acompañando las escenas, cierto desajuste en la velocidad de los fotogramas, la ingenuidad propia de la época del cine mudo... Además de eso, la película juega en algunos momentos con la contraposición cine mudo/cine sonoro (y no sólo como parte de la historia).

Y ese juego me parece muy sugerente. Me hizo poner en duda si era mejor la cotidianidad del sonido o la expresividad del cine mudo. En cualquier caso, queda claro que no es necesario el sonido para expresar. Incluso puede que se exprese más al no contar con los diálogos, al menos al expresar emociones, de una forma muy básica.

Tiene un argumento bastante simple, probablemente para facilitar que el espectador la siga sin problemas al ser muda (si la película fuera en color y hablada, sería muy flojilla).

Hay una primera parte que me parece muy buena, aunque luego ya se me hizo lenta y larga... Y el toque del final me lo venía venir, y la verdad es que no sé si enriquece o empobrece, pero bueno... no está mal.

La actuación: muy buena. Y los toques de humor, algunos muy buenos, otros no tanto. 

Total... a pesar de que no me parece una gran película, creo que está bien para ver algo diferente. Y me parece mejor verla en el cine, especialmente por el juego del principio de la película, pero también porque es una película a la que le va muy bien la gran pantalla y el ritual de ir al cine.