domingo, 3 de noviembre de 2013

Teatro: ZOOMWATTS

Es un cuento musical, como ellos mismos lo llaman. Pero es más que eso. Aporta una frescura, unos componentes y unos matices que lo hacen diferente.

Son cuatro personajes que nos cuentan a través de canciones un cuento sobre los cuentos de siempreacompañados de piano, contrabajo y batería, en vivo y en directo.

Aunque está claramente destinada a los niños, la historia, que es relativamente simple, no deja de tener su gracia. Además hay de vez en cuando un interesante juego con los actores interpretando a personajes que a su vez interpretan a otros personajes.

La escenografía es muy sencilla, permitiendo e incluso potenciando que se dé rienda suelta a la imaginación con lo que se va narrando o cantando a lo largo del cuento.

Los cuatro actores, dos chicas y dos chicos, interpretan las canciones con una gran soltura y aportan unas muy buenas voces. Las diferentes canciones tienen música muy variada, y se van enlazando con pequeños diálogos entre una y otra, de una forma muy dinámica y amena. Los tres músicos, que tocan en el escenario tras los actores, sin duda enriquecen el espectáculo. De forma que independientemente de la historia, se puede disfrutar perfectamente ya sólo de las canciones durante los 60 minutos que dura la obra. 


No tengo del todo claro si es una obra para niños (está recomendado a partir de los 7 años) o para adultos con ganas de disfrutar de una muy buena y original interpretación de un cuento. Quizás algunos niños pequeños se aburrirán con las canciones, a pesar de la expresividad y dinamismo de los actores. Quizás para ciertos niños más mayores sea demasiado infantil y no lleguen a valorar las voces y la música en vivo. En todo caso, yo, como adulto, he disfrutado de este musical familiar, porque aunque esté destinado a los niños, está realmente muy bien hecho.

Tan bien hecho que podría considerarse una obra recomendada para enriquecer a los niños con un espectáculo de calidad, sencillo como concepto, pero lleno de ingredientes que lo convierten en una experiencia, más auditiva que visual, fuera del común y usual teatro para niños.

Total, buenas voces, buena música, y una historia muy distraída. Muy recomendable.


viernes, 1 de noviembre de 2013

CUENTOS CRUENTOS (teatro)


El principio es desconcertante. ¿De qué va esto? ¿Qué están haciendo? ¿Qué está pasando?

Nadie aplaudió tras el primer cuento.


Luego vas entrando en calor, te vas metiendo en el ritmo, en los intérpretes (tanto de cuentos como de música), y empiezas a disfrutar.


El espectáculo se podría resumir como "tres personajes que nos cantan una serie de cuentos muy modernos (y cruentos), acompañados de un cuarteto de cuerda". Pero no es exactamente eso.


No es una obra de teatro al uso. No es un musical. Tampoco es un concierto. Lo importante no son los actores. Ni las canciones. Ni la música. Ni siquiera los cuentos. Lo realmente importante es el encaje de todas las piezas en un solo espectáculo, que lo enriquece y lo hace una experiencia fuera de lo común.


La interpretación de los tres "protagonistas" es impecable. No sólo son fantásticos cantantes sino que además son magníficos actores, cambiando de registro a cada cuento y entre cuento y cuento.


Al excelente cuarteto de cuerda se le da la relevancia que merece y realmente disfrutas de la música en sí misma. Además, en algunos casos sus intervenciones aportan al espectáculo ciertos toques de ingenuidad y frescura.


Los cuentos están basados en los tradicionales, pero transportados a la vida y problemáticas actuales, y con desenlaces nada parecidos a un final feliz: crueles, tristes, y hasta escatológicos.


En todo caso el humor es una constante que siempre reaparece a lo largo de la obra.


A veces resulta difícil entender la letra cantada, y hay que agudizar el oído y hacer cierto esfuerzo extra para seguir el texto. Pero en general las historias se comprenden bien.


Se completa la experiencia con cierta interacción con el público, que hace una serie de pequeñas aportaciones a lo largo del espectáculo. Si sumamos que vi la obra en un pequeño teatro (el Teatre Gaudí de Barcelona) donde tienes a los actores a pocos metros, la sensación es mucho más interesante.


Total, se trata de una obra muy diferente a lo que estamos acostumbrados: humor, sarcasmo, canto, música, frescura, interpretación, provocación, interacción... La actuación de todos los artistas, tanto los actores/cantantes como el cuarteto de cuerda, inmejorable. Un espectáculo muy dinámico y divertido sin finales felices. ¡Totalmente recomendable!